Tras visitar varios foros y blogs relacionados con denuncias, malas prácticas y estafas en el sector de las reformas, todos los afectados coinciden en que podían haber evitado sus problemas si hubiesen acertado con la elección de la empresa adjudicataria de las obras. Antes de decantarse por una u otra empresa de reformas, hay tener en cuenta tres consejos básicos consustanciales con esta actividad, y en los que por activa o pasiva coinciden la mayoría de usuarios en estos foros.
1º consejo.- Evitar contratar a la empresa con el presupuesto más barato
Es el error más frecuente según la mayoría de afectados. Contratar una empresa de reformas no es como comprar ropa o un electrodoméstico, que dependiendo del comercio es posible encontrar el mismo artículo con precios diferentes. Cada empresa de reformas cuenta con operarios de una mayor o menor cualificación y experiencia. El Convenio de la Construcción unifica y equipara los criterios en el ajuste de salarios. Ningún auténtico profesional acepta cobrar en nómina menos de lo estipulado por Ley. Cuanto más barato es un presupuesto de una empresa de reformas, peor es la cualificación de los trabajadores, la calidad y el resultado final de las obras. Hay que desconfiar de empresas con presupuestos baratos, porque desgraciadamente en construcción lo “barato” siempre sale “caro”. Al aplicar los mismos costes y beneficios la mayoría de “empresas legales” coincidimos en nuestras cotizaciones, siendo las diferencias muy pequeñas.
2º consejo.- Evitar contratar empresas a través de intermediarios
Es otro de los grandes errores al contratar una empresa reforma. En estos últimos años han proliferado las páginas de intermediarios en el sector de las reformas, creadas por empresas de marketing o publicidad que poco o nada tienen que ver con la construcción. Estos portales funcionan con una dinámica muy sencilla; el usuario rellena un formulario detallando el tipo de obra que desea realizar y en un corto plazo de tiempo recibe 3 o 4 presupuestos de empresas de reformas afiliadas a estas páginas. La empresa finalmente seleccionada paga una comisión al portal por realizar el trabajo. Pero, ¿Qué tipo de empresas de reformas realmente se apuntan a estas páginas web? Visitando varios de estos portales hemos comprobado que la gran mayoría de estas “empresas de reformas” no tienen “vida propia” fuera de las susodichas páginas de intermediación. Son totalmente desconocidas a nivel local, sin domicilio conocido o referencias. Solo un teléfono móvil. Ninguna empresa sería, solvente y con cierta reputación acepta participar de este tipo de portales. Los distintos presupuestos que el usuario acaba recibiendo están elaborados en la gran mayoría de ocasiones por “empresas” opacas, de tercera o cuarta división. El no exigir ningún tipo de documentación acreditativa ni unos requisitos mínimos para darse de alta, hace que estas páginas de intermediación se hayan convertido en refugio para toda la morralla del sector; empresas que incumplen todas las normativas y carecen de los permisos y altas administrativas mínimas necesarias para ejercer la actividad, sin recursos, infraestructura y personal cualificado, aunque maquillando el tema con estrellas y comentarios positivos de los usuarios se intente dar otra impresión. Estos comentarios en la gran mayoría de ocasiones son solo un gancho y han sido inventados.
3º Consejo.- Evitar contratar a familiares, amigos o vecinos en situación desempleo
Es otro de los errores más comunes. La crisis económica ha provocado que desgraciadamente todos conozcamos a familiares, amigos o vecinos del sector de la construcción en paro, generalizándose la creencia de que encargando la reforma a uno de estos desempleados se conseguirá un beneficio económico respecto al coste del mismo trabajo realizado por una empresa especializada. Nada más lejos de la realidad. Las empresas especializadas cuentan con los medios, estructura, recursos y organización necesarios para abordar y resolver con solvencia cualquier tipo de reforma, tanto en plazos como en calidades. El desempleado por el contrario carece de estos medios organizativos, tiene que trabajar a escondidas y a duras penas consigue que el resultado final de la reforma sea el deseado, corriendo además el riesgo de cometer una grave infracción en caso de ser “pillado” por una Inspección de Trabajo o ante cualquier tipo de incidencia que incluso puede acabar en delito tipificado. Por otro lado en la mayoría de las ocasiones el coste final de la reforma también acaba siendo muy superior al presupuesto inicial ofertado por la empresa especializada, eternizándose los plazos de ejecución. En alusión a este tema, en el sector de la construcción ya se ha hecho popular el dicho “Para que te engañe otro te engaño yo que soy tu amigo”. La mejor manera de no acabar peleados con familiares, amigos o vecinos es contratar los servicios de una empresa especializada.
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